Manuel López Araujo: «Nuestro objetivo es que ningún proyecto empresarial viable se quede sin financiación»
Manuel López Araujo | Director general de ISBA. Nacido en Huelva en 1978, ocupa el nuevo cargo, en sustitución del tristemente fallecido Jesús Fernández, que lo desempeñó desde el año 2000. Licenciado en Administración y Dirección de Empresas (ADE), López Araujo trabajó como auditor financiero antes de incorporarse a ISBA como director financiero en 2009
Toni Traveria / Diario de Mallorca
¿Cómo podemos definir a ISBA? ¿De qué tipo de entidad estamos hablando? ¿Cuál es su función?
ISBA es una sociedad de garantía recíproca, una entidad financiera no bancaria sin ánimo de lucro. Nuestra actividad está basada en la concesión de avales (financieros, sobre todo, pero también técnicos), de modo que actúa como dinamizadora de la economía en nuestra Comunidad. Mediante nuestros avales, las pymes, autónomos y emprendedores consiguen financiación en mejores condiciones de mercado; nuestro principal logro es facilitar el acceso a la referida financiación a compañías o autónomos que sin nuestro aval no la conseguirían de una forma tan directa. Dicho de otro modo, ISBA tiene el objetivo de que ningún proyecto empresarial viable en Baleares se quede sin financiación, y que ésta sea además asequible.
¿Qué entendemos por Sociedad de Garantía Recíproca?
Simplificándolo mucho, podemos decir que una Sociedad de Garantía Recíproca (SGR) es ‘un banco sin dinero’. Es decir, una entidad financiera no bancaria que en lugar de prestar dinero concede avales a sus socios (clientes) para garantizar la financiación bancaria tradicional. En cada comunidad autónoma existe una SGR que tiene unas funciones y objetivos muy similares a los nuestros. Al tener nuestro ámbito de actuación dentro de las Islas Baleares, mantenemos excelentes relaciones institucionales con los principales actores económicos de la Comunidad, especialmente con el Govern.
¿Cuándo y por qué se constituyó ISBA? ¿De quién depende?
ISBA se constituyó como tal el 18 de julio de 1979, y fue la primera Sociedad de Garantía Recíproca de España, siendo su primer presidente el empresario turístico Gabriel Barceló. Su función inicial era la misma que ahora: ayudar en la concesión de crédito para los emprendedores, empresas y autónomos de Baleares para poder iniciar o ampliar sus proyectos empresariales. Como todas las SGR, ISBA depende económicamente de nuestros ingresos por la concesión de avales. Pero al no tener ánimo de lucro, y para desarrollar su labor social, se necesita una especial colaboración económica de nuestros socios protectores, particularmente del Govern de les Illes Balears. El Govern, con sus aportaciones a nuestro fondo de provisiones técnica (FPT), nos permite conseguir el apalancamiento y la solvencia necesaria para que nuestro aval sea considerado como garantía suficiente ante las entidades financieras.
¿El Govern hace aportaciones anuales a ISBA?
El Govern tiene la posibilidad y la capacidad de hacer aportaciones mediante los convenios que tenemos firmados, pero históricamente sólo las has llevado a cabo cuando ha habido una necesidad excepcional de las mismas. En este sentido, tenemos tres vías de colaboración bien diferenciadas: en primer lugar, aportaciones -como decía- al FPT para situaciones extraordinarias (por ejemplo, la pandemia); en segundo término, líneas de financiación anuales de carácter general (se bonifica el tipo de interés y el coste del aval) o específicas para sectores estratégicos; y la tercera vía es el sistema de reaval, por el que todas nuestras operaciones cuentan con un reaval de carácter nacional u otro complementario de carácter autonómico.
¿Cómo se articula ISBA? ¿Qué departamentos la integran?
ISBA cuenta con un Consejo de Administración (presidido por Eduardo Soriano, con la participación de empresarios particulares, entidades financieras y el Govern), una Comisión Ejecutiva (órgano delegado del Consejo de Administración, que está en el día a día de la operativa de la entidad), una consejera delegada (la directora General del Tesoro, Política Financiera y Patrimonio del Govern, Susana Pérez) y el director general, que es el encargado de coordinar los distintos departamentos de la entidad (financiero, comercial y análisis de riesgos). En las oficinas de ISBA trabajamos 30 personas -básicamente economistas y abogados-, siendo el porcentaje de mujeres del 75% del total de nuestra plantilla.
¿Cómo se decide la concesión o no de un aval?
—ISBA tiene una política de riesgos que se revisa anualmente, en la que están fijados unos criterios de concesión sustentados en la experiencia de la entidad y en las mejores prácticas del sector. El Consejo de Administración determina cuáles son los criterios para que una empresa pueda optar a la financiación a través de ISBA: plan de viabilidad, experiencia previa en el sector, aportaciones propias de la empresa, etc.… y de acuerdo con estos criterios de base a cada empresario o autónomo se le atiende y se le explican las necesidades para cumplir con esos criterios. Es nuestro departamento comercial el que se encarga de hacer un filtro inicial, recopilando la información económica y legal pertinente que posteriormente es analizada por nuestro departamento de riesgos.
Toda esa información llega a un segundo filtro, que es la Comisión Técnica - cinco personas con capacidad de voto-, que se reúne cada jueves para estudiar las operaciones y valorar sobre su aprobación o denegación. Hay que destacar que también hacemos una labor de asesoramiento a la empresa antes de financiarlas, al indicarles que -en base a nuestra experiencia- pueda haber determinados aspectos de su plan de viabilidad que deben ser revisados por no estar alineados con los datos del sector en el que operan. Una vez que pasa el filtro de la Comisión Técnica, llega finalmente a la Comisión Ejecutiva, reunida cada viernes, que confirma o deniega la concesión del aval respectivo. El porcentaje de aprobación de los proyectos que llegan a la Comisión Ejecutiva es del 84%. Es importante destacar la rapidez con que se actúa en ISBA a la hora de conceder los avales: una vez que la operación ha sido aceptada, en una semana la empresa o el autónomo cuenta con la aprobación de nuestro aval.
¿Qué ocurre cuando un cliente no cumple con sus compromisos de pago?
Desgraciadamente tenemos morosidad, por supuesto. Cuando un socio no cumple con sus obligaciones con la entidad financiera que cuenta con nuestro aval, se nos requiere y realizamos el pago como avalistas. Dependiendo del importe y de la tipología de la operación avalada, hay unas garantías u otras. Nosotros, por norma general, solicitamos garantías de los socios que hay detrás de la empresa en cuestión y, -como es lógico- cuanto más solvente sea la empresa, menores son esas garantías personales. Si, por ejemplo, se solicita financiación para adquirir una nave o local comercial, lo más normal es que ese bien quede hipotecado si la operación es a largo plazo. En todo caso, debo subrayar que en el supuesto de que la operación entre en situación de morosidad, ISBA es una entidad financiera flexible: buscamos soluciones acordadas con los socios, sin perder de vista nuestra responsabilidad de intentar recuperar aquellas operaciones que no han sido viables y presentan impagos.
¿Cuándo una empresa acude a ISBA en busca de financiación implica que está en una situación compleja o no tiene por qué ser así?
No tiene por qué ser así… Nos puede llegar un cliente referido de la banca al considerarlo un perfil bueno para ISBA, del mismo modo que también tratamos con empresas grandes y consolidadas que puedan requerir, en un momento dado, un apoyo financiero para una operación específica. Con el aval de ISBA las entidades financieras fidelizan a muchos de sus clientes, ya que no sólo les ofrecen soluciones a sus necesidades sino también a un precio de mercado muy competitivo gracias a las líneas bonificadas que tenemos anualmente.
¿En tiempos de crisis, aumenta la demanda de avales?
—Evidentemente, en tiempos de crisis todas las entidades financieras y la propia ISBA ven como aumentan las peticiones de financiación. Al actuar a través de un aval de primer requerimiento, las entidades saben que está garantizado el cobro de la operación financiera firmada.
Cabe señalar asimismo que, en épocas de crisis, la financiación para capital circulante es la que predomina. En contrapartida, y para años muy buenos desde el punto de vista económico, los avales destinados a inversión en Baleares pueden alcanzar el 70% de las solicitudes. En el presente ejercicio, estamos cerca del 40% de las solicitudes destinadas a la inversión frente a un 60% de aval para circulante, pero el año 2023 es anómalo ya que las solicitudes de liquidez están siendo muy altas debido a la renovación de las pólizas a tres años formalizadas durante la pandemia.
«Nuestra política de riesgos para regular la concesión de avales se revisa anualmente»
¿Hasta qué punto, desde una óptica financiera, las empresas de Baleares están pagando los peajes del Covid-19?
La situación en Baleares es distinta a la del resto de España. ISBA tiene la tasa de morosidad más baja de todo el país, y con las entidades financieras se da la misma situación. Eso implica que la economía balear funciona muy bien, y creo que la mayoría de las empresas ya han ido solventando las situaciones financieras derivadas del Covid. Es cierto, claro está, que hubo en su momento un repunte significativo del endeudamiento empresarial, acompañado en muchos casos de cierre de actividad, pero ese endeudamiento ha sido bien digerido por las empresas. La prueba de ello es, como decía, la baja tasa de morosidad. En los dos últimos años, las empresas han constatado una recuperación muy positiva de la facturación y, por lo tanto, entendemos que la economía de Baleares está razonablemente saneada.
¿Qué expectativas manejan para el ejercicio 2024?
Para 2024 estamos en una situación de incertidumbre. Es de prever bastante volumen de inversión para negocios vinculados con el turismo, ya que hemos pasado cuatro o cinco años sin una renovación significativa de infraestructuras en los establecimientos relacionados con la actividad turística. Además, la facturación en las empresas del sector ha sido bastante buena este año y, en consecuencia, somos optimistas en cuanto a las solicitudes de operaciones destinadas a la inversión. Sin embargo, no podemos perder de vista la situación de incertidumbre en los mercados derivados de los conflictos actuales, que implican un encarecimiento de los aprovisionamientos y estrechan los márgenes empresariales para la mayoría de empresas, de modo que es posible que haya también una necesidad significativa de circulante.
Estamos en un escenario de tipos de interés altos. ¿Hasta cuándo?
De acuerdo con la información de que disponemos, durante 2024 los tipos se mantendrán en los niveles actuales. Existe mucha incertidumbre en los mercados internacionales y ésta tiene su impacto en las economías de cada país. No se prevén grandes subidas, pero tampoco -cabe advertirlo- grandes bajadas, de modo que nos mantendremos en una situación de tipos altos si los comparamos con los años anteriores. El Govern es consciente de los altos costes de financiación actuales, ya sea para inversión o circulante, por lo que se están estudiando líneas de financiación para 2024 con una mejora cuantitativa muy significativa con respecto a años anteriores y para que se adapten mejor a las necesidades de pymes y autónomos.
La pandemia propició cifras récord de avales en 2020
Para todo el mundo la pandemia del Covid-19 supuso un antes y un después, un punto de inflexión que paralizó la vida de las personas y la actividad económica y empresarial hasta extremos insospechados.
Muchas empresas se quedaron en el camino y otras muchas se vieron en la necesidad de recurrir a crédito externo para poder seguir operando, aunque fuera bajo mínimos. En ese contexto, en Baleares ISBA SGR se erigió en un punto de apoyo importante para el mundo empresarial. El volumen de crédito avalado por la entidad así lo atestigua: en ocho meses ISBA formalizó el número de operaciones equivalente a cuatro años enteros: 164 millones de euros avalados en esos ocho meses de vorágine en 2020, cuando lo habitual era cerrar los años en torno a operaciones por valor de 46-47 millones de euros.
«Fue una situación dura y difícil para todos -reconoce el nuevo director general-, pero transcurrido el tiempo y visto en perspectiva prefiero recordar lo bueno: hubo muchísimo trabajo e ISBA fue llevada al límite, en una situación muy compleja y de gran incertidumbre que nos sirvió para reestructurarnos y para ver hasta dónde podíamos llegar. Tuvimos más trabajo que nunca, pero podemos sentirnos orgullosos de haber aportado toda la ayuda posible a las empresas de las baleares en esa situación económica y social tan compleja. Me gustaría destacar la inestimable colaboración en esos momentos del Govern de les Illes Balears: se activaron rápidamente las líneas específicas Covid, fuimos la primera SGR en España en ponerlas en marcha y desde la toma de decisión en cinco días teníamos el producto en la calle».
Profundizando en la materia, López Araujo expone: «El Govern confió ciegamente en la capacidad de ISBA e hizo una aportación extraordinaria muy significativa al Fondeo Técnico de Provisiones (FTP). A la postre, esa aportación no se requirió en su totalidad por toda la liquidez que se facilitó por otros canales (créditos ICO, por ejemplo), pero no debemos dejar de subrayar que el nuestro es siempre un negocio de confianza, y fue muy positivo que en aquel momento las entidades financieras pudieran ver a una ISBA fuerte y con el firme apoyo del Govern, que reforzó nuestra solvencia hasta situarla en el 24% actual, tres veces por encima del mínimo requerido por el Banco de España».